sábado, 13 de junio de 2009

Guadalquivir


Metamorfosis del agua y de la luz

 
Luz cristal en Cazorla,
Agua de roca virgen bajo el águila regia.
Coro de ninfas púberes
-sí gacelas princesas-
agua para sus bocas sin orillas precisas.

Plata nocturna,
agualuna entre olivos:
Las voces desgarradas del jiennense cautivo.

Seno y cadera,
agua hembra y cadencia sensual
del río enamorado de la tierra gramínea.

Ceres desnuda.
El meandro romano;
la caricia de Córdoba vespertina
a la sombra de la palmera voluptuosa:
¡Oh nereida Azahara poseída por Cronos!

Agua eterna, sed inconmensurable…

Rito del agua impura.
Sevilla se refleja temblorosa y narcisa
herida por destellos de locura acuática.
Thanatos te navega ensanchando tus ingles,
seduciendo suicidas.

Agua profunda y negra, agua lágrima…

Atlántico expectante:
Sanlúcar gaviota, soñadora y sonámbula.
Agua salada y sola:
El cauce se desangra en crepúsculos áureos.

Mas las nubes regresan
cual Sísifo a las cumbres
con sus células líquidas a su fluvial origen.

Luz cristal en Cazorla…
                  
                ***

Miguel Cobo Rosa
I Concurso Literario Ateneo de Jaén: Primer premio.
Jaén, junio 1989

No hay comentarios: