jueves, 18 de junio de 2009

BLUES


Cuando subas al tren para el destierro
anhela que el destino sea irreal.

Quizá te espere Luna en la estación del Norte
y ella oculte su cara para hacerte sufrir.

Saluda a los viajeros que se crucen contigo
(puede que uno de ellos sea tu gran amor).

Deseo que la noche se parezca al viaje:
fría bajo las estrellas y cálida en el bar.

Deja el coñac que fluya de la copa al cigarro,
puede que el alma cambie de estado mineral.

Era un gas venenoso de mordedura incierta
y líquido elemento que te hiciera llorar.

Si es sólido al bajarte procura que sea negro
el carbón combustible de este lánguido blues.

Pero piensa: el más puro carbono que conoces
puede ser el diamante que fue su corazón.

1 comentario:

Capitán Clostridium dijo...

Le devuelvo su visita y me proclamo su primer seguidor.
Qué misterios tiene la naturaleza, ¿verdad?
Cómo el Carbono puede formar parte de gases tan ligeros como el CO y el CO2, y, a la vez, formar parte de unas de las estructuras de mayor dureza: Los diamantes y los seres humanos.
Un brindis por ese blues.